Un paso más en la investigación del autismo, la esquizofrenia y la demencia

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Afortunadamente la investigación sigue avanzando. En este caso en el campo de la neurología,  investigadores de la Universidad de Tokio (Japón) han identificado una proteína, la progranulina, como responsable de la poda sináptica que tiene lugar en nuestro cerebro y que comienza en las primeras etapas de nuestra vida.

Para los que somos profanos en la materia, una analogía muy visual es comparar las conexiones que se van creando entre las neuronas de nuestro cerebro con cómo se van desarrollando y entrelazando las ramas de un árbol cuando va creciendo. Para que el árbol siga el patrón marcado, existe un proceso de poda. Este proceso es del que se encarga la proteína progranulina de manera automática y natural.

Si en este proceso hubiera algún tipo de error o por exceso o por defecto, se originarían daños neurológicos. Los daños neurológicos ocasionados conducirían a un inadecuado funcionamiento del cerebro que a su vez derivaría en los trastornos que conocemos como trastorno del espectro autista (TEA), demencia o esquizofrenia.

Aunque a fecha de hoy los investigadores no conocen cómo actuar sobre esta proteína, es una gran avance el haber podido identificar a la progranulina como molécula implicada en el fortalecimiento y mantenimiento de la principal fibra trepadora. Tal y como indica el autor Masanobu Kano, esta identificación abre un nuevo camino terapéutico destinado a tratar los trastornos neurológicos y poder mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen estas enfermedades

 

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